Daishin Kashimoto, violín
Alexander Chaushian, violonchelo
Franz Schubert Filharmonia
Tomàs Grau, director
Doble belleza
El Doble concierto de Brahms es una joya sinfónica que tardó años en consolidarse en el repertorio: la gente quería fuegos artificiales y él les ofreció un océano de delicadeza, lirismo y buen gusto. El diálogo entre los dos solistas se entrecruza con el que se establece con la orquesta, que ya desde el inicio nos dice que no le bastará el papel de acompañamiento. En manos de Daishin Kashimoto —concertino de la Filarmónica de Berlín— y del concertista armenio Alexander Chaushian, la comunión musical está asegurada. La Escocesa fue la sinfonía que más trabajo le llevó a Mendelssohn: empezó a esbozarla después de un viaje de juventud a Escocia y no la acabó hasta trece años más tarde. La poesía está presente desde el primer compás, con una orquesta rica y generosa que nos pasea por los paisajes que inspiran la obra: la bruma, los castillos, las leyendas bárdicas y, sobre todo, la belleza.
Programa
Doble concierto para violín, violonchelo y orquesta, op. 102 J. Brahms
Sinfonía núm. 3, op. 56 ‘Escocesa’ F. Mendelssohn
120'
Sala 1