CONCIERTO APLAZADO!
-Las entradas para los espectáculos aplazados serán igualmente válidas para la nueva fecha programada. Sin embargo, las personas que quieran podrán ir a taquilla a canjear la entrada por una de actualizada con la nueva fecha.
-Sin embargo, se podrán devolver el dinero de las entradas en los mismos términos de los espectáculos suspendidos.
Ulrike Haller, soprano
Un pilar indiscutible
Mozart es el máximo representante de la música de la segunda mitad del siglo XVIII. Un genio sin igual que dejó aportaciones importantísimas en todos los géneros musicales para los que compuso.
La Sinfonía nº 36 y la Misa en Do menor son dos obras muy diferentes que comparten algunos rasgos: compuestas en el mismo periodo (1782-3 la misa y 1783 la sinfonía); las dos están en Do (para la sinfonía utiliza el modo mayor y para la misa el modo menor) y con estructuras claramente influenciadas por las modas del momento.
Mozart escribió los cuatro movimientos de la sinfonía en un tiempo record. Viajando con su esposa desde Viena a Salzburgo pararon en la ciudad de Linz para descansar y fue invitado a participar en un concierto. No llevaba ninguna obra encima y se puso a componer. El estreno se realizó a los cuatro días.
La Gran Misa, sin embargo, es una obra inacabada. No finalizó la orquestación de algunos pasajes del Credo y no escribió un Agnus Dei pero está considerada una de sus obras sacras más importantes. La influencia de Bach y Händel se mezclan con su irrepetible personalidad en una obra que adopta las características de la Misa solemnis o napolitana que, influenciada por la ópera, separa las partes de la misa ordinaria en números diferentes e introduce arias virtuosísticas.
A. MOZART: Sinfonía nº 36, KV 425 ‘Linz’
W. A. MOZART: Gran Misa, en Do menor, KV 427